Una de las tendencias electorales de América Latina en los últimos años ha sido la elección de primeros mandatarios de “izquierda,” al punto que se habla de un giro de la región en esa dirección. La excepción es Colombia. El país ha apuntado al lado opuesto al menos con los dos períodos presidenciales de Álvaro Uribe (2002-2006 y 2006-2010) y la elección, con similar plataforma, de Juan Manuel Santos para el periodo 2010-2014. Es cierto que, superada la campaña que llevó a Santos a la presidencia bajo un discurso de continuismo, se observó desde temprano un distanciamiento en las políticas de los dos presidentes. Y aunque algunas de las políticas del gobierno Santos recogen viejas reclamaciones de la izquierda, y a pesar de que el propio Santos quiere definirse como un traidor a su clase, nada de esto borra la evidente debilidad de los partidos de izquierda en Colombia...
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