El relato anterior seguramente es familiar para muchos colombianos. Pero además de familiar debería ser absurdo. Le sobran medidas inútiles y le faltan necesarias para contener la pandemia. Si usted no las ubicó, vale la pena que revise lo que sabemos sobre la transmisión del virus y las formas verdaderamente eficaces de prevenirlo, donde deberíamos destinar toda nuestra (ya agotada) energía.
Continúe leyendo en La República.
Comments