Con un calendario electoral intenso en el 2014, que vivimos desde ya, sumado a la reciente no-noticia de la aspiración a la reelección de "Mr. Santos", parece pertinente preguntarse por el problema de la financiación de las campañas electorales.
Es fácil demonizar la presencia de dineros privados en la polÃtica. Pero, al menos en teorÃa, cuando un candidato obtiene mucho dinero del sector privado se producen efectos contradictorios cuyo resultado neto no es obvio establecer...